lunes, 13 de octubre de 2008

cordones

hace muchos años cuando estudiaba secretariado blingüe de alta direccion (jeje tengo que presumir de algo), la tutora de lengua nos puso una tarea: con solo el papel, lapiz y sacapuntas encima de la mesa, y las manos siempre a la vista, tuvimos que escribir, sin poner nuestros nombres, las instrucciones precisas y completas para enseñar a un marciano como se ata un lazo. cuando hubieramos terminado y entregado nuestras obras maestras a la tutora, esta invito a dos personas a ponerse de pie delante de la clase dandole a una una hoja de instrucciones, y a la otra un cordon. la primera tuvo que leer las instrucciones, mientras la segunda las seguia al pie de la letra, repitiendose con cada uno de los escritos. los resultados fueron sorprendentes, algunos extremadamente graciosos produciendo carcajadas tremendas (mas de un de mis compañeras pidio permiso para ir al baño), y algunos requerieron una elasticidad corporal extraordinaria. sugiero que lo intenten con miembros de sus familias, o con amigos - lo pasaran genial, se lo prometo.

de repente, en la clase, dejamos de reir - nos habiamos dado cuenta que algo que haciamos automaticamente, algo tan sencillo como atar un lazo, algo que habiamo aprendido de niños, no es tan facil, no es tan sencillo, sino esta lleno de complejidad. todo lo que hacemos en nuestra vida es asi, pero raramente paramos para leer las instrucciones, para saber lo que realmente estamos haciendo.

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