lunes, 27 de abril de 2009

la silla


Mi Amo, Jack, me ha llamado desde Barcelona porque un amigo suyo, Amo, necesita utilizar a alguna sumisa para practicar su deporte preferido y debo ir a un cierto hostal en el centro de Fuengirola, subir a la primera planta, entrar en una cierta habitación, desnudarme, ponerme a cuatro patas mirando hacia la ventana y esperar. No llevo mucho tiempo de sumisa y ésto me da miedo, pero le quiero mucho a mi Amo y no quiero disgustarle, así que hago todo lo que me ha dicho. No tengo que esperar mucho cuando oigo cerrarse la puerta y siento un peso en mi espalda. y mirando por encima de mi hombro veo que alguien me ha puesto encima una silla de montar, pequeña de tipo ingles. Y de repente, un hombre se pone con un pie en cada lado y se sienta encima. Me sujeta con fuerza por el pelo e intenta obligarme a dar vueltas a la habitación, pero el pesa mucho, y yo no soy muy fuerte y empieza a enfadarse.


Se levanta y me obliga a ponerme de pie tirándome de los pelos y me arrastra así hasta la cama donde descansa un bonito maletín de piel de cocodrilo negra y lo abre. Allí dentro solo hay una cosa - enroscada como una preciosa serpiente hay un látigo de cuero fino negro.


Me hace tumbarme boca abajo en la cama y empieza a azotarme, empezando por mis hombros desde un lado hacia el otro, bajando por todo mi cuerpo, centímetro por centímetro hasta que llegue a mis tobillos. Luego desde arriba hacia abajo, empezando en mi lado izquierdo hasta llegar al lado derecho, así sin dejar ni un trozo de piel sin un beso de su látigo. Me obliga a ponerme ahora boca arriba, claro con mi peso sobre mi espalda azotada, sensible contra la colcha rugosa, y empieza a azotarme, ahora mas fuerte, en los pechos, en mi vientre. Pero a pesar de su aviso, ya no puedo quedarme quieta - una sensacion de calor, de placer esta invadiendome el cuerpo, algo que nunca he sentido, algo que he estado tanto tiempo buscando. Empiezo a retorcerme, no puedo resistir, se me va a reventar la vulva de placer, no puedo detenerme, y el hombre deja de azotarme con el látigo y usa su mango como baston y empieza a pegarme entre las piernas, en la vulva, en el clítoris. Me estoy corriendo, como nunca lo he hecho y me estoy volviendo loca, y no quiero parar nunca. Tengo frió, tengo calor. Estoy ardiendo y el no deja de pegarme y chillarme hasta que me desmayo.


Y cuando me despierto estoy sola en esa habitación. Se ha ido el hombre de la silla de montar y el látigo, y se ha levado mi ropa interior de recuerdo.

martes, 21 de abril de 2009

lecturas


Durante toda mi vida, desde los 3 años, mi gran afición ha sido la lectura y me sentaba en un rincón del sofá con un libro entre mis manos. Pero ya no leía libros infantiles, ya no leía libros de adolescentes sino había descubierto una joya - la novela romántica inglesa del siglo 18. Como disfrutaba volviendo en el tiempo a esas mansiones nobles, a esos balnearios magníficos donde los llamados círculos elegantes se congregaban, viviendo entre esos círculos elegantes, añorando sus costumbres, sus modales exquisitos. En esos círculos elegantes las mujeres eran aun propiedad de sus padres, sus maridos, sus afianzados, sus hermanos, y aun tenían que respetarlos como sus Señores, obedecerles, cuidar de sus casas, sus comodidades, sus placeres tanto cotidianos como nocturnos. Y como devoraba yo hasta el ultimo punto y coma de estas novelitas y cuanto admiraba a esos hombres fuertes y varoniles, y cuanto deseaba ser como esas elegantes criaturas, tímidas, dulces, dóciles, complacientes cuya única ambición era encontrar al hombre que seria su Señor para siempre, o dejar que su Señor padre la casaba con otro Señor por un precio. Que forma de esclavitud tan deliciosa, elegante, exquisita.




Esto no fue el único genero que leía, desde luego. Yo ya me sentía adulta aunque solo tenia 16 o 17 años, pero ya no era virgen así que "ya era una mujer". Y cuando m madre no estaba en casa, cogía la novela que tenia en su mesita de noche - siempre era la mas atrevida del momento adquirida en la biblioteca, y la leía. Pero cuando llegaba a esos capítulos famosos de que hablaba todo el mundo, eso capítulos de sexo tórrido y semi-explicito, intentaba leerlos y me echaba hacia atrás. Era mentira, no era así. Mi Abuelo no hacia esas cosas, el hombre que me desvirgo no hacia eso, yo no hacia eso, es imposible. Y no entendía porque tenían que estropearse las novelas insertando esos capítulos innecesarios, incómodos, falaces. Y cuando cogía esas novelas para mayores, cuando llegaba a cualquier capitulo de esos, lo saltaba, lo ignoraba, no lo leía. Hasta hoy.




Y seguía con mi vida de estudiante en el politécnico, pero ya no tenia pandilla de amigas para criticarme, retenerme. Ya era una mujer y buscaba algo, sin saber lo que buscaba, pero lo tenían los chicos, los hombres, y estaba decidida - lo iba a buscar y ya no tenia impedimento y ya había ido al medico y éste me había recetado la píldora anticonceptiva. Así que ....

61

gracias por todas las felicitaciones que recibi ayer

lunes, 13 de abril de 2009

ninfomanía



Sabia que había algo que necesitaba, mi cuerpo no se calmaba con lo que hacían mis manos bajo las sabanas blancas de mi cama estrecha de virgen, que yo sola no podía, así que embarque en mi búsqueda, mi descubrimiento del sexo masculino, el placer de que tanto se hablaba.

Ahora se había "liberado" la mujer, habíamos quemado nuestros sujetadores, teníamos el derecho de una vida libre, el deber de disfrutar del sexo, de satisfacer nuestro libido, de tener orgasmos y el politécnico estaba lleno de chicos, la mayoría recién salidos de su adolescencia con las marcas de su acné desapareciendo de sus rostros, mucho mas jóvenes que el Abuelo, pero eran varones.

Y empecé - primero uno, luego otro, la ultima fila del cine con manos inexpertas moviéndose dentro de mi sujetador, lenguas torpes llenando mi boca, dedos curiosos tocando mi vagina. Coches aparcados en lugares oscuros y posturas incomodas en el asiento trasero y eyaculaciones urgentes, rápidas. Y portales oscuras en la fría noche - shh cuidado que viene alguien... Y momentos robados en mi casa, en el sofá, cuando estaban mis padres trabajando. Y yo, boca arriba, mi blusa abierta, mi falda levantada, mis bragas en una bola en el suelo. Y yo mirando el techo esperando el pegajoso final del encuentro.

Y descubrí la ninfomanía .....

miércoles, 8 de abril de 2009

bajo tu mano

ayer, buscando algo en la red para na amiga, encontre esta preciosidad - esta en ingles pero lo traduzco:


mujer bajo la mano del Amo

Bajo tu mano....
mis lecciones se enseñan,
mi corazón vuela,
mis lagrimas se apartan
mi cuerpo florece,
mi alma se profundiza,
mi mente crece,
mi esclavitud se fortalece,
mi serenidad existe ....

Bajo tu mano ....
se descubre la mujer en mi interior.