He leído este libro, palabra por palabra. Lo he leído escondida mientras mi madre trabajaba. Lo he leído casi sin respirar, ruborizada, si entender todo lo que leía, sin creer lo que leía. Solo sentía un ardor incandescente en mi vientre, entre mis piernas, mi mano buscando mi clítoris, apretando, frotando, fuerte. Me siento confusa - nunca había escuchado estas cosas, estas barbaridades, cadenas, látigos, fustas, hombres sin piedad, mujeres esclavizadas, marcas - fuego, anillas. Anillas con la marca de sus Dueños - oh que idea tan cruel pero tan atractiva. Y me excita cada vez mas pero tengo que guardar el libro antes de que vuelva mi madre. Y aquella noche no duermo en la que fuera mi cama de virgen, de niña atormentada. Y pienso en O, y su historia, con envidia, envida de su dignidad, de pertenecer tan completamente a un hombre, de amar tanto a un hombre que pueda ser poseída por el en cuerpo y alma. Y quiero ser como ella y sentir, sentir el beso del látigo, de la fusta, sentir la piedra fría de los muros de Roissy contra mi mejilla, sentir el peso de las cadenas. Y quiero sentir el orgullo de ser poseído por un hombre y recibir su collar, sus muñequeras, sus tobilleras. Quiero sentirme utilizada, querida, deseada, segura, protegida. Quiero ser O.Y lloro, confusa en mi cama estrecha de sábanas blancas planchadas, lloro porque no entiendo lo que me esta pasando.
Publicado a las 17:34 del 27 de Enero de 2008




