lunes, 13 de abril de 2009

ninfomanía



Sabia que había algo que necesitaba, mi cuerpo no se calmaba con lo que hacían mis manos bajo las sabanas blancas de mi cama estrecha de virgen, que yo sola no podía, así que embarque en mi búsqueda, mi descubrimiento del sexo masculino, el placer de que tanto se hablaba.

Ahora se había "liberado" la mujer, habíamos quemado nuestros sujetadores, teníamos el derecho de una vida libre, el deber de disfrutar del sexo, de satisfacer nuestro libido, de tener orgasmos y el politécnico estaba lleno de chicos, la mayoría recién salidos de su adolescencia con las marcas de su acné desapareciendo de sus rostros, mucho mas jóvenes que el Abuelo, pero eran varones.

Y empecé - primero uno, luego otro, la ultima fila del cine con manos inexpertas moviéndose dentro de mi sujetador, lenguas torpes llenando mi boca, dedos curiosos tocando mi vagina. Coches aparcados en lugares oscuros y posturas incomodas en el asiento trasero y eyaculaciones urgentes, rápidas. Y portales oscuras en la fría noche - shh cuidado que viene alguien... Y momentos robados en mi casa, en el sofá, cuando estaban mis padres trabajando. Y yo, boca arriba, mi blusa abierta, mi falda levantada, mis bragas en una bola en el suelo. Y yo mirando el techo esperando el pegajoso final del encuentro.

Y descubrí la ninfomanía .....