viernes, 10 de octubre de 2008

chintz


Ya lo he dicho, era una niña de seis años, con la cabeza llena de la Bella Durmiente, de Caperucita Roja, y sobre todo de Cenicienta y su Príncipe Azul, que iba a pedir su mano en matrimonio, alto, guapo delgado. guapo, moreno y guapo, un novio de verdad, guapo con un traje de soldado valiente.

Allí en el umbral estaba mi abuela, con su traje nuevo y un sombrero con plumitas pegadas en la corona - de perdiz aunque podrían haber sido de faisan), me acuerdo (extraño como los detalles más insignificantes se quedan) - y se agachó para recibir mi besito en la cara, besito de niña buena, niña educada. Y se apartó diciéndome <éste es mi prometido, cariño, va a ser tu abuelito nuevo, dale un besito como una buena chica, le gustan mucho las niñas. Dale un besito y dile 'Abuelo'>. Miré a mi abuelito nuevo, pero no es el Príncipe Azul, el novio romántico y guapo de la Cenicienta - este es Bernardo - su traje de chaleco, su reloj de bolsillo con su cadena gorda de oro, sus zapatos brillantes, su sombrero, su bastón, su enorme vientre su poco pelo blanco, su cara rosa, brillante, redonda, sus pequeños ojos hundidos, sus manos blancas, gordas, sus manos, sus manos, sus manos, esas manos blancas y gordas con un anillo - un sello rectangular con sus iniciales BK: Un besito de niña educada en la mejilla de mi nuevo abuelito apestando a colonia fuerte, ese olor que se ha quedado conmigo toda mi vida, esa colonia Old Spice, ese olor que no deja nunca de enviarme corriendo al cuarto de baño con nauseas, y de puros caros. No me gusta ese hombre. No quiero que sea mi abuelito nuevo, no quiero llamarle Abuelo, pero soy una niña buena y obediente y los llevo al salón y claro, mi abuelito nuevo elige el mejor sillón y se sienta como un rey, sujetando su bastón delante de él. Mi padre, mi madre, ofreciéndole una copita de Jerez, el mejor del mercado, que habían comprado especialmente para este hombre tan importante, y yo con un plato sujetado como me había enseñado Mamá a su lado con los aperitivos que habíamos preparado juntas con tanto cariño.

Ya estamos en el comedor, los rayos de sol entrando por la ventana a través de los visillos de encaje, reflejándose en las copas de cristal, el servicio de plata, la porcelana, la mesa magnifica que había preparado mi madre para mi nuevo abuelito, para Bernardo sentado frente a mi padre en el sitio de honor con mi abuela a su derecha sonriente, feliz, orgullosa de su familia perfecta y bien educada. Y yo, con mis 6 añitos, sentada encima de 2 cojines para poder llegar bien a mi plato, intentando comer con educación, no dejar que se me caigan los guisantes del tenedor, que no se me manchase mi mejor vestido, calladita, mirando mi plato. Pero, claro, como cualquier otro niño de mi edad, no puedo quedarme quieta para siempre y mi pie derecho, con su zapatito nuevo empieza a moverse, y se me ocurre una idea - si me porto mal, quizás se marcharía ese Sr. Bernardo, y no será mi nuevo abuelito. y mi pie derecho empieza a dar patadas en la pata de la mesa, rítmicas, tímidas pero cada vez mas fuerte hasta que ufff. Mi madre me ha pegado un pellizco fuerte en el muslo y paro. Me susurra en el oído >pórtate bien niña, o tendrás un castigo. No quieres que el Abuelo piense que eres mala, verdad?>. Le pedí perdón y seguí comiendo y mirando a mi plato, pero con las mejillas ardiendo de vergüenza. Bueno, no importa porque ahora viene el postre, ese postre tan especial de frutas rojas, jugosas, ese postre que mi madre solo hacía en ocasiones importantes, mi postre favorito. Con cuidado, niña, esas manchas no salen nunca. Una cucharadita, otra cucharadita, otra cucharadi..... . La mancha sigue hasta hoy en ese mantel, muy clarita, casi una sombra, pero sigue allí en el mejor mantel de mi madre. Ahora sí el castigo. . No quiero ir a mi habitación. Todavía es de día. Todavía hace sol. Pero tengo que ir porque soy mala, muy mala. Y voy a mi habitación y me pongo el pijama y me meto en la cama y salen de las cortinas los monstruos de las flores de chinz y se ponen alrededor de mi cama regañándome y diciéndome que soy mala, mala.



Publicado a las 18:50 del 18 de Febrero de 2008

mi blog


hace pocos meses, empece a colgar cositas aqui en el blog sin saber la importancia que iba a tener para mi. parece haber adquirido una vida propia y como todo lo que hay bajo el sol, gusta a algunos, disgusta a otros, y supongo, deja indiferentes a muchos mas. hasta que, de repente, en un dia que me sentia alterada (por bien o por mal, que no recuerdo) decidi, y tampoco se porque, que querria compartir mi intimidad con "el mundo"; y empece a reproducir en este mismo blog, unas vivencias mias - mi "autobiografia" que habia escrito hace unos dos años cuando acababa de volver al BDSM tras una larga ausencia, y mientras estaba pasando por una transicion mental dificil y angustiosa.

asi que me gustaria aclarar que lo que escribo, en la mayor parte son experiencias que ocurrieron hace muchos años (nunca he ocultado mi edad), algunas incluso de cuando tenia solamente tres años. pido disculpas si a algunas personas les haya dado la impresion de que son cosas que me estan ocurriendo en la actualidad.

tambien pido disculpas si en algun momento alguien haya sentido alguna emocion desagradable. yo no he escrito nada para levantar emociones. simplemente he escrito lo que he recordado. claro, mis recuerdos de cuando tenia 7 años --- cuando los escribi, los senti como cuando ocurrieron los hechos, y eso fue como una niña de 7 años. los recorde, los escribi, pero no los he analizado ni juzgado. simplemente ocurieron.

seguire posteando, me he enganchado. tengo mas capitulos escritos y los voy a colgar, poco a poco.
quizas incluso algun dia vuelva a escribir y contar mi vida mas reciente. y como dije cuando abri este blog, ya veremos como sale ..........


Publicado a las 11:13 del 17 de Febrero de 2008

lisa

cerca a mi casa hay un bar cuyos dueños son ingleses, como gran parte de su clientela. Pero no es uno de esos sitios con manchas de cerveza en el suelo y quemaduras de cigarrillos en las mesas y borrachos peleándose para entrar en el servicio. Este es como el salón de una casa inglesa, con sillones cómodos, alfombras floreadas, cortinas drapeadas en las ventanas, buenos olores saliendo de la cocinita. Vamos mucho allí - es muy tranquilo y agradable - sobre todo los domingos cuando los dueños pasan entre sus clientes bandejas gigantes llenas de aperitivos calientes, deliciosos. Casi puedes almorzar allí por el precio de un vermut. Todos nos conocemos, incluso los que están de vacaciones porque siempre vuelven a ver los viejos amigos, y claro, todos chismorreamos.

Un domingo a mediodía, mi marido y yo habíamos tomado una copita, o dos, y se nos acerco una chica. Yo no la había visto antes pero me di cuenta que mas de uno la miraba de una manera extraña. Era inglesa, no muy alta, con un cuerpo impresionante - curvas y curvas - y el pelo rubio natural muy claro, y los ojos azules brillantes. Parecía estar ligeramente ebria cuando empezó a hablar con nosotros y pronto nos dio de entender que le gustábamos, pero mi dio la impresión que me miraba mas a mi que a mi marido. Yo notaba que mi marido no estaba muy cómodo y pronto nos fuimos a casa a comer dejando la chica en el bar.

El día siguiente cuando fuimos a tomar algo, la dueña del bar nos dijo que la chica esa era prostituta de alto nivel pero estaba metida con gente de una banda criminal muy famosa.

Unas semanas mas tarde la encontré en una tienda del centro y me invitó a tomar un café. No sé como pasó pero terminé en su apartamento, en la décima planta de un edificio en primera linea de playa y cuyas ventanas enormes miraban al mar. En esa cama grande, con la brisa moviendo suavemente los visillos, hacía el amor con mi preciosa Lisa, dulce, fresas con nata, sus pechos blancos con pezones como capullos de rosas, su piel suave, fina, su vagina de un color rosado delicado, y con sabor a miel. Como vibraba bajo mi lengua, mis manos acariciándola, mi aliento en su pelo. Y que saladas eran sus lágrimas en mi boca cuando tenia que levantarme para irme a casa.

Tres meses con mi Lisa, y un día cuando fui a su casa la puerta la abrió un hombre quien me dijo que había alquilado ese apartamento aquel día y no sabia nada de una chica inglesa que se llamaba Lisa.

Ella no me leera, no volvera, la echo mucho de menos.


Publicado a las 16:48 del 15 de Febrero de 2008

la oficina

Hace tiempo que estoy casada, tranquila si no contenta. Todo va bien, no hay problemas, mi marido me quiere y me ayuda con todo lo de la casa e incluso esta la comida en la mesa cuando termino a mediodía. Los dos estamos trabajando y tenemos dinero para todo. He sacado el carné de conducir y me siento libre e independiente con mi cochecito, y he empezado un trabajo nuevo. Soy traductora y secretaria para un constructor, una empresa grande con muchas obras, y salgo mucho a las obras con los clientes extranjeros, los arquitectos, los jefes de obra, los aparejadores. Soy la única mujer en la empresa pero ya están acostumbrándose a verme por las obras con mi casco blanco con letras doradas y saben que no deben echarme piropos, pero siento sus miradas, y nunca faltan manos asperas para ayudarme en tajos de difícil acceso, y a veces esas manos se equivocan de sitio para darme un empujón para subir, o me cogen debajo del brazo para ayudarme a bajar. Pero eso no me importa, al contrario es divertido hacer como si no me doy cuenta, o tropezarme con alguno.

Pero también paso mucho tiempo en la oficina con mis compañeros, contestando el teléfono, traduciendo, escribiendo a maquina las cartas y presupuestos que me pasan los jefes de obra que tienen sus mesas allí. Ellos también se han acostumbrado a mi presencia y hemos establecido una relación de compañeros, pero también un poco de broma, un poco picante - no quiero que piensen que soy una estrecha. Me rió con sus chistes bordes, y les cuento otros, y voy con ellos los viernes después de terminar para tomar "la penúltima", y a veces en el despacho dejan caer un bolígrafo cuando paso por su mesa para que puedan mirar mejor mi escote cuando me agacho para recogerlo del suelo. Y lo estoy pasando fenomenal.

La mesa al lado de la mía la comparten dos de los jefes de obra, y uno de ellos se llama Rafael. Es un hombre mayor, tendrá mas de cincuenta años, y lleva mucho tiempo en la empresa. Es madrileño, muy tosco, bajito, calvo, lleva gafas, tiene mucha barriga, huele a brandy y colonia y fuma constantemente cigarrillos de tabaco negro o puritos aromáticos. No se porque, pero me resulta algo familiar aunque se que no lo conozco para nada, y me atrae, me fascina, no puedo dejar de pavonear delante de el, intentar llamarle la atención. Pero esto es una estupidez - es feo y desagradable, y se cree tan importante. Y estoy casada y todo me va muy bien. Y cuando Rafael esta en la oficina no puedo concentrarme y voy a la copiadora para sacar copias, o me siento con el jefe tomando notas, o cualquier otra tarea, con tal de no estar al lado de este hombre inquietante.


Publicado a las 16:30 del 15 de Febrero de 2008

caramelitos

Y mientras tanto mi Abuela se ocupaba de las ollas, o hablaba con su ama de llaves, o se sentaba tejiendo patucos para los niños pobres, o jerseys para sus nietos y Abuelo Bernard se sentaba solo en su despacho arriba en la planta noble, la puerta de madera brillante, enorme, su pomo dorado tan grande que yo tenia que usar las dos manos para girarlo, porque solo tenia 7 años, y justo al lado en un ángulo la puerta del aseo, blanca como la pared y muy insignificante, supongo para no restarle importancia a la otra puerta tan importante. Ese despacho, con sus enormes muebles archivos, una maquina de escribir, una chimenea de hierro negro, fotos, no de la Abuela, sino de la primera esposa del Abuelo Bernardo, la ventana-puerta que daba al balcón con sus jardineras llenas de plantas, y la mesa escritorio enorme con la parte central tapizada en cuero verde, y Abuelo Bernardo sentado allí con su barriga enorme, fumando sus puros caros.

.

Oh sí que me va a dar caramelitos, muchos caramelitos, y calderilla los viernes cuando ha cobrado los alquileres, muchos caramelitos, agrios, malos. Claro que le gusta tener visita, sobre todo de las niñas chicas, y le encantaba jugar con ellas, pero no a pilla-pilla, no a la pelota, no con los muñequitos. El no necesitaba esas cosas, solo necesitaba una niña chica para sus juegos, y yo era muy chica. Yo solo tenia 7 años. Y yo era una niña muy buena, y yo era una niña muy obediente y yo era una niña muy educada que decia por favor y gracias en cada momento y nunca criticaba a los mayores porque eran mayores que yo y sabían mas que yo. . .


Publicado a las 09:04 del 12 de Febrero de 2008

otra fantasia mas

Me recoge uno y vamos en su coche. Es un poco extraño. En el coche me obliga a quitarme las bragas y metérmelas en la boca. Llegamos a un edificio donde entramos y subimos a la primera planta y nos abren la puerta. Pasamos a una salita con la moqueta negra donde hay dos punkis con pelo de colores de punta sentados en un sofá. El hombre me empuja hasta un rincón y me pone cara a la pared, como una niña traviesa en el colegio, y sale durante unos minutos. Cuando vuelve me dice que lo siga y vamos a otra sala donde hay una silla que se parece a un trono. Me dice que me arrodille en postura de presentación y al rato entra una Ama, rubia, guapa, vestido enteramente de cuero negro pero con los pechos descubiertos. Se sienta en el trono y me ofrece su mano, para besarla, y luego dice que le bese los pies, lo que hago. Entonces el hombre me dice que le siga a cuatro patas a una sala grande que es como mitad gimnasio.........

Publicado a las 11:18 del 03 de Febrero de 2008

prohibido

(de Pablo Neruda)

Queda prohibido llorar sin aprender ,levantarte un día sin saber qué hacer,tener miendo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreir a los problemas,no luchar por lo que quieres,abandonarlo todo por miedo,no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,hacer que alguien pague tus deudas y tu mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,no intentar comprender lo que vivieron juntos,llamarles sólo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,fingir ante las personas que no te importan,hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,tener miedo a la vida y a sus compromisos,no vivir cada día como si fuera un último

Queda prohibido echar alguien de menos sin alegrarte ,olvidar sus ojos su risa,todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las pesonas,pensar que sus vidas valen más que la tuya,no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,no tener un momento para la gente que te necesita,no comprender que lo que la vida te da,también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,no vivir tu vida con una actitud positiva,no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin tí este mundo no sería igual (
PABLO NERUDA )



Publicado a las 08:30 del 31 de Enero de 2008